Dignidad a prueba de premios

Ixtli Martínez es una menuda periodista oaxaqueña. Pero de su aparente fragilidad física surge una fuerza y valentía poco común.

Se le conoció ese arrojo durante la violencia que paralizó la capital oaxaqueña durante el conflicto social de 2006, en la cobertura de los enfrentamientos entre policías, fuerzas de choque y los maestros de la APPO.
Lo hacía por entonces como corresponsal de W Radio.

Después vino el conflicto en la zona indígena triqui en 2009 y 2010, y otra vez fue de las que mejor te metió en el reporteo de lasdisputas entre grupo armados.

Como si no fuera poco, en una pelea entre matones (porros) de la Universidad estatal en 2010, algunos vinculados al rector, alguien -se desconoce quién, aunque las autoridades han detenido a una persona que ella no puede reconocer- le disparó y la alcanzó en una pierna que la hospitalizado en tres oportunidades.
El ex gobernador Ulises Ruiz quiso en su momento frenar el escándalo de este incidente ofreciéndole todos los apoyos económicos y de salud, pero los rechazó. Que encuentre al autor del ataque, respondió.

El pasado 10 de diciembre en que en el mundo se celebra el día internacional de los derechos humanos, diputados de la Comisión de Derechos Humanos del Congreso de Oaxaca y organismos de Derechos Humanos en esa entidad, determinaron otorgarle un premio que compartiría con otros miembros de la sociedad civil, organizaciones y periodistas.

Pero Martínez rechazó el premio, en protesta, dijo, por la falta de parcialidad y verdadera defensa que hacen los representantes que encabezan dichos organismos no gubernamentales.

La periodista señaló que además de que los defensores que han tomado posiciones a favor de un grupo y contra otro, también hay pseudoperiodistas que difunden mentiras afectando a los indígenas.

Cuando el nombre de Ixtli Martínez fue mencionado, subió a la tribuna, pero en lugar de tomar el reconocimiento lanzó un mensaje frente a los diputados y los demás premiados:

“Gracias por el reconocimiento, gracias a los que reconocen el trabajo que realicé durante mi trayectoria como periodista, gracias a quienes me propusieron para estar aquí, pero no recibiré el reconocimiento en protesta por la falta de resultados que hay respecto a la defensa de los derechos humanos.

En Oaxaca el número de violaciones a los Derechos Humanos no ha disminuido y en consecuencia se traduce en fracaso, fracaso por parte de quienes dicen defender los derechos humanos de los demás y, que en conflictos tan graves como en la Región Triquivimos una defensa parcial.

Victimizaron a un grupo y satanizaron al resto de la población triqui. A todos los que se identifican por la defensa de los derechos humanos, les pido con todo respeto que por favor, por favor, si quieren ayudar al gobierno en turno, no tomen partido en ningún conflicto y, escuchen a todos los involucrados antes de pronunciarse equivocadamente.

Ayudemos a que sean un solo triqui y, que ningún caso de violación a los derechos humanos sea utilizado política o mediáticamente, porque los más lastimados siempre serán los indígenas.

También hay uno que otro pseudoperiodista que con la difusión de mentiras han afectado mucho a esa nación triqui. Mientras aquí se escuchan aplausos, en la región triqui se escuchan balazos”, señaló la reportera, colaboradora de la agencia AP y de MVS Radio.